Imagen: Archivo Municipal
IRRUPCIÓN DE LOS ÁRABES EN LA PENÍNSULA
En torno al 3200 a. C. surgieron las primeras viviendas con patio en Mesopotamia. Más tarde, con la cultura grecolatina el patio adquirió una mayor relevancia en la distribución de la casa. Se trataba de estancias abiertas al aire libre con peristilo, es decir, rodeadas por un pórtico de columnas en donde se desarrollaba la vida cotidiana y se recibían a las visitas.
Con la irrupción de los árabes en la Península se introdujeron numerosas innovaciones a las viviendas. La ornamentación se orientó hacia el interior, por lo que se simplificaron las fachadas y se embellecieron los patios con azulejos, celosías y suelos de ladrillo o empedrado. En ellos destacaba la importancia del agua, así proliferaron fuentes, surtidores y acequias que permitieron el desarrollo de flores y árboles frutales.
Imagen: Archivo Municipal
SIGLO XVI
Tras la conquista cristiana de la ciudad por Fernando III (1236), se produjeron pocos cambios formales en la distribución de las viviendas. El estilo mudéjar permaneció prácticamente intacto hasta el siglo XVI, época en la que se incorporaron detalles decorativos platerescos y renacentistas en los adornos de los huecos al patio.
El palacio de los Ceas o de los Lunas son unos buenos ejemplos de la arquitectura de esta época. Por su parte, el Barroco trajo consigo mayores modificaciones en las casas cordobesas. Se realzaron las fachadas y se crearon patios de planta cuadrada con pórticos en la planta baja, mientras que en la superior se construyeron galerías cegadas con balcones.
Elementos arqueológicos en Tafures, 2.
SIGLO XIX
Durante el siglo XIX surgió un nuevo gusto por lo clásico. Los palacios abandonaron el tradicional empedrado por solerías de piedra o mármol, mientras que en las casas más modestas se usaron baldosas hidráulicas. La racionalización propia del Neoclasicismo se aplicó también a la vegetación, pues las flores abandonaron los arriates para recogerse en macetas.
En los patios se extendió además el gusto por la decoración de elementos arqueológicos y, con el Romanticismo, el uso de cancelas que sustituyeron a los antiguos portones de madera barrocos. Se trata de un siglo en el que se fusionó lo clásico con lo oriental, dando lugar a una arquitectura ecléctica muy característica de Córdoba.
Marroquíes, 6
SIGLO XX
El eclecticismo arquitectónico perduró durante el siglo XX, época en la que surgen las casas de vecinos. Se trata de palacios desocupados o edificios de nueva planta que fueron remodelados para ser habitados por población sin recursos, procedentes en su mayoría del ámbito rural. El patio se constituyó como el centro organizador o lugar de reunión de sus habitantes, ya que fue donde se crearon las cocinas, los aseos y los lavaderos comunes; todos ellos adornados con macetas y árboles frutales.
Con el tiempo este modo de vida fue desapareciendo por la construcción de bloques de pisos en los barrios periféricos, aunque aún pervive gracias a que sobreviven algunas de estas viviendas, como es el caso de Marroquíes 6 o Chaparro 3.